Objetivo Profesional: ¿Qué debo tener en cuenta para definirlo?



En el artículo ¿Qué es el Objetivo Profesional y por qué debes tenerlo claro? ya hablábamos de qué es el Objetivo Profesional y su importancia para mejorar la búsqueda de empleo y en general, conocernos mejor.

Sin embargo, decidir a qué se quiere dedicar una persona no siempre es sencillo, y es que hay que tener en cuenta una serie de factores para llegar la conclusión de "qué quiero ser".

¿Qué debo tener en cuenta para definirlo? 

Constituir nuestro objetivo profesional conlleva dedicar un tiempo a pensar en diferentes ámbitos de nuestra vida profesional, académica y personal, así como en nuestros intereses y motivaciones.  Básicamente hay que llevar a cabo una exploración de nosotros mismos (autoconocimiento) y del ámbito profesional. Pero además de los factores internos, también es necesario explorar aspectos externos como los perfiles demandados o el tejido empresarial de nuestra zona geográfica.

Sentarse tranquilamente con papel y lápiz a reflexionar sobre estos aspectos te ayudará a pensar en tus opciones y decidir qué quieres y hacia donde te diriges, así que prepara un café que empezamos con un proceso que puede ser crucial para tu vida profesional.

INSTRUCCIONES BÁSICAS


  • El objetivo profesional es único y personal, algo que ninguna persona puede hacer por ti, y es que nadie mejor que tu mismo te conoces para llevarlo a cabo.
  • Puedes llevar a cabo este proceso aunque ya tengas trabajo, por el gusto de conocerte mejor y contribuir a la mejora del mismo.
  • El objetivo profesional surge al relacionar de forma eficiente los resultados de los factores que se exploran, es decir, que de forma individual, pueden tener poco valor, pero todos juntos y relacionados correctamente, pueden abrir un sin fin de posibilidades. 
  • Los factores que se proponen para trabajar el objetivo profesional son los que considero imprescindibles que hay que tomar, pero puedes añadir lo que consideres necesario e importante. Al ser un proceso muy personal debe estar abierto a las necesidades de cada individuo.
  • Puedes realizar este proceso las veces que consideres necesarias, ya sea porque te encuentras en un momento en el que te planteas nuevas opciones, porque quieras cambiar de profesión o porque te encuentres perdido laboralmente. En cualquier caso, el resultado debe que aclares tus ideas y establezcas un rumbo.
Comenzamos en 3, 2, 1...

FACTORES INTERNOS

Son todos aquellos elementos que salen de nosotros mismos, ya sea porque son intrínsecos a nuestra persona o porque tenemos el control sobre ellos. Es decir: todo lo que podemos hacer y ofrecer por nuestra parte. ¡Vamos a verlos!

  • Formación académica y complementaria
Partimos de un elemento imprescindible: para qué estas formado. ¿Qué has estudiado? ¿Para qué te habilita? ¿Te gusta aquello para lo que te has formado?

Conocer qué te permiten hacer tus estudios circunscribe tus áreas de acción y deja un número limitado de posibles tareas/empleos que puedes realizar. Con ello podrás ver si las opciones que tienes te gustan, si deseas cambiarlas o si debes seguir formándote para avanzar o ampliar tus posibilidades. En cualquier caso, es cuestión de ver qué se puede hacer con lo que se tiene hasta el momento y si necesitas cursar algún estudio más.

  • Experiencia profesional
En este paso vamos a tirar de CV y ver nuestra trayectoria laboral. ¿A qué te has dedicado? ¿Cuanto tiempo de experiencia sumas? ¿Esa experiencia laboral te da para comenzar una acreditación en caso de no tener estudios relacionados? ¿En qué tareas te has sentido más a gusto y realizado?

Aquello a lo que te has dedicado es de gran relevancia al trabajar el objetivo profesional: acumulas una serie de experiencias y conocimientos muy valiosos. Factores como el nivel de pericia en un campo laboral, si has ocupado puestos de responsabilidad, el tiempo que has trabajado en cada puesto... te pone sobre la pista de las posibles opciones que puedes tomar.

  • Valores
¿Qué es importante para ti en la vida? ¿Y en el trabajo? ¿Llevarías a cabo una actividad laboral que no estuviera en consonancia con tus ideas y sistema de valores? 

Es algo a lo que no siempre se le da importancia, pero estar en consonancia con lo que una persona siente y piensa es importante y genera bienestar a la larga. Elegir una actividad que no concuerda con lo que eres o crees puede generar conflictos morales y/o de intereses, por lo que siempre recomiendo hacer repaso de esa estructura y tenerla presente a la hora de elegir. 

EJEMPLO: A Pedro le han comentado que se ofrece trabajo en un matadero de su zona como operario. Se encuentra en búsqueda de empleo y es una oportunidad, pero es un gran amante de los animales y no se siente cómodo en ese ambiente, por lo que decide no llevar su CV a la empresa. 

  • Habilidades transversales o Soft Skills
Por habilidades transversales entendemos todas aquellas aquellas competencias y capacidades que tienes aparte de tu formación profesional o académica. Te diferencian de las demás personas y son un valor añadido a la hora de trabajar. Algunas habilidades transversales pueden ser la capacidad para resolver problemas y tomar decisiones, el compromiso, liderazgo, habilidades comunicativas, creativas...

Todo lo que sabes hacer, aquello en lo que eres bueno y destacas, es un punto a tener en cuenta a la hora de establecer el objetivo profesional. Hacer un repaso de esas cualidades no sólo te ayuda a conocerte mejor, sino que permite ver en qué eres fuerte para aprovecharlo en tu favor.

EJEMPLO: Leire es muy sociable, simpática, le gusta escuchar y se comunica bien con la gente. Añadido a que es una apasionada de la moda y se mantiene al día en las últimas tendencias, decide usar esas habilidades en su favor para encontrar un empleo de dependienta en una tienda de ropa para costear sus estudios.

  • Motivaciones
Una frase estupenda de Mary Lauretta dice que «Para ser feliz, lo primero que tienes que hacer es enamorarte de tu trabajo» Por ello, estar motivado con lo que se hace es imprescindible para que el objetivo profesional sea efectivo y esté en consonancia con la persona. Conocer qué te mueve, gusta, apasiona y te deja absorto en el tiempo permite ver cuáles son las áreas que llaman más tu atención y qué partes de las mismas son aprovechables para establecer tu objetivo profesional.

FACTORES EXTERNOS

Constituyen todos los factores que, ajenos a nosotros mismos, no podemos controlar. Sin embargo, conocerlos facilitará nuestra tarea al establecer nuestro objetivo profesional.

  • Perfiles demandados 
La oferta y la demanda laboral, esa balanza que busca constante equilibrio entre lo que las empresas precisan y las personas ofrecen (o visto de otra forma, lo que las empresas ofertan). A lo largo de los años los perfiles profesionales solicitados van evolucionando en función de las necesidades de los diferentes sectores, lo que implica la creación de nuevas figuras profesionales y la destrucción de otras. Conocer qué perfiles se demandan nos muestra posibles caminos a tomar a la hora de establecer el objetivo profesional que buscamos.

  • Tejido empresarial de la zona geográfica donde resides
Es de considerar la zona en la que vives: no es lo mismo la gran ciudad en la que las posibilidades y áreas laborales se multiplican, que las zonas rurales donde las ocupaciones son más limitadas. En cualquier caso, conocer qué profesiones se desarrollan en tu zona permite saber qué profesiones son más demandas en ese lugar.

Es de tener en cuenta un detalle: elegir una ocupación sin representación en el área geográfica donde te encuentras puede suponer una oportunidad si te estableces el primero y tienes éxito, pero también puede conllevar que tengas que cambiar de lugar de residencia para poder dedicarte a lo que quieres, una decisión que debe sopesarse y plantearse con calma.




Hasta aquí hemos llegado en un proceso largo pero que resulta de agradecer.

Espero que sea de utilidad y que disfrutes del momento de reflexión.

¡Feliz caza de empleo!

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