Entrevista de Trabajo: Prepárala para triunfar



El ansiado momento ha llegado: ¡Te llaman para una entrevista de trabajo! Emoción, nervios... todo confluye, pero, sobre todo, quieres tener éxito.

Preparar o no preparar, esa es la cuestión.

Ante la previsión de una entrevista hay personas que pueden reaccionar de diversas maneras, pasando por la alegría, el miedo o la ansiedad. Una manera de hacer frente a esas emociones (sobre todo a las que generan sinergia negativa) es sentarse a preparar la entrevista. 

¿Por qué no dejar ese momento al azar? Simplemente, es una oportunidad de reunirte con la persona que puede darte trabajo, lo que traducido a efectos, supone sueldo, experiencia, ocupación e identidad profesional. Por muy eficiente que seas, se nota quien se prepara las entrevistas y eso genera una buena impresión que aporta un plus a la hora de evaluar tu perfil y te hace menos propenso a cometer fallos básicos.

Posición Sherlock ¿Qué aspectos debo investigar?

En este caso se trata de saber acerca de la empresa. En la mayor parte de los casos, esta información la encuentras en su propia página web, pero esa no tiene por qué ser tu única fuente: hablar con personas que trabajan allí, buscar opiniones de antiguos empleados... te pueden indicar mucha información útil.

      - A qué se dedica la empresa

Conocer su sector, ocupación y público al que se dirige te ayudará a enfocarte a la hora de preparar tu entrevista así como a recopilar toda la información relevante que sea de interés y se relacione.

      - Valores, misión y visión

En qué se basan para su actividad, ética, compromisos... Conectar con el centro de trabajo a nivel de valores es un plus que te hará valorar más esa oportunidad de entrevista y sentirte más cómodo. De la misma manera, que sus objetivos te atraigan y motiven genera una sensación muy buena para tí y para el entrevistador que observa que te has tomado la molestia de investigar este ámbito.

      - Personas que trabajan allí e hitos de la empresa

Las redes son para todos, y si nosotros podemos ser investigados, los demás también (en el mejor sentido de la palabra). Utiliza Google para encontrar a personas que trabajan en la empresa, así como LinkedIn para hacer una primera conexión. De la misma manera, lee las noticias que se han generado en diarios digitales para conocer su trayectoria.

Autoconocimiento, memoria y resolución: prepara tu persona

¿Yo? Si, tu. Te toca hacer un pequeño trabajo de introspección y para ello, puedes seguir estas directrices:

      - Conocer tus puntos fuertes

Es una pregunta casi segura en cualquier entrevista. Haz un listado de tus fortalezas y justifícalas con situaciones en el ámbito profesional u otro relacionado sobre el que te están entrevistando. Lo ideal es que dichas fortalezas tengan que ver con las tareas que previsiblemente vas a desarrollar en el puesto para el que te has postulado.

      - Conocer tus puntos débiles

Si los puntos fuertes son de obligado conocimiento, los débiles también. Hay que ser realista: no vale decir que no tienes puntos débiles (lo que denotaría falta de modestia y eso es un punto débil). Estudia un poco qué hay en ti que crees que puede complicarte un poquito la vida en el trabajo y justifícalo dándole un enfoque positivo. Es obvio que si el punto débil que señalas pone en peligro el correcto desarrollo laboral, estarás pisando arenas movedizas, por lo que estudia tu carácter, tus formas de trabajar y busca aquello que te convierta en humano.

**NOTA: "Soy demasiado perfeccionista" está demasiado visto, por lo que se recomienda usarlo. ¡Sé original!

     - Elabora una lista de posibles preguntas que te pueden hacer relacionadas con tu profesión y puesto y sopesa las posibles respuestas.

O lo que se podría llamar como buscar esos tecnicismos, rutinas y procedimientos y dales una vueltecilla para estar preparado para todo. Por supuesto, ten en cuenta el perfil que busca la empresa y para el que te postulas para acotarlas mejor.

      - Aprende tu CV

Fechas, cursos, seminarios, habilidades, voluntariados... es tu historia y debes conocerla, porque además, tu mismo la has plasmado en un papel. No es cuestión de saberse los días y las horas, pero mínimamente, meses y años, así como las funciones de tus anteriores desempeños laborales y los nombres de los títulos que has obtenido. EJEMPLO: es fácil decir que tienes un máster en profesorado, sin embargo, su nombre es Máster en Formación del Profesorado de Secundaria,  Bachillerato, FP e Idiomas. ¡Cómo cambia el cuento!

    - Sé sincero contigo mismo y los demás

Haz un acto de conciencia y piensa en qué condiciones aceptarías y cuáles no, o hasta dónde estás dispuesto a llegar porque tendrás que cumplirlo. Ir a una entrevista no significa decir a todo que si, y ese derecho es completamente tuyo y respetable. Imagina que una condición es trabajar hasta altas horas de la madrugada, cosa que no te hace gracia y por lo que no quieres pasar: simplemente, no te engañes y no engañes a otros, dado que repercutirá en tu contra.



¿Y tú? ¿Qué más haces para preparar la entrevista?

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